Sedimentos es cualquier materia particulada que puede ser transportada por un fluido y que se deposita como una capa de partículas sólidas en fondo de agua o líquido.
La sedimentación es la deposición de materia suspendida. En una planta de tratamiento de aguas estas partículas puede ser partículas derivadas de la corrosión de las tuberías del agua, granos de arena, pequeñas partículas de materia orgánica, partículas arcillosas u otra partícula pequeña que esté presente en el agua suministrada.
El agua con un alto contenido de sedimentos cambia el valor estético del agua final destinada a bebida, entre otros efectos. También puede tener un efecto negativo en el funcionamiento de los equipos ya que puede causar bloqueo controladores de flujo o incluso solenoides incluidos en el equipo, etc.
Un filtro de sedimentos actúa como pantalla para remover estas partículas. Es importante tener en cuenta que los filtros de sedimentos reducen sedimentos exclusivamente, y por lo tanto no reducen la cantidad de químicos o metales pesados ni tampoco sirven para tratar el olor o sabor del agua.
En general, los filtros de sedimentos se clasifican según un número de micras, esto es el tamaño de partícula capaz de ser retenido por el filtro.
Se clasifican como “nominal o absoluto”.
Así, un filtro de 5 micras nominal puede atrapar un 85% de partículas de tamaño de cinco micras y mayor; mientras un filtro de 5 micras absoluto puede atrapar 99.9% de partículas de 5 micras o más.